William Hambrook

Haber podido participar en el programa Working Holiday de Japón fue una experiencia muy valiosa para mí. Fue realmente una vivencia asombrosa, que amplió muchísimo mi perspectiva al entrar en contacto con una cultura tan distinta como la japonesa. Ya tenía cierto conocimiento sobre Japón a través del cine y el anime, pero vivir allí en persona fue mucho más impactante de lo que había imaginado.
 
Me conmovió profundamente la capacidad organizativa del país, el respeto hacia los demás y el esfuerzo por preservar y compartir tanto su naturaleza como su historia. Esto me motivo a presentar un proyecto en la Udelar, para implementar en los museos algunos de los enfoques expositivos que aprendí en Japón.

Por supuesto, también tuve mis errores. En Tokio, creí ingenuamente que podría comunicarme con la mayoría de las personas solo en inglés, y me di cuenta de que es muy recomendable estudiar aunque sea un poco de japonés antes de llegar. Si bien es posible manejarse solo con inglés, poder entender y hablar japonés facilita muchísimo la interacción con los japoneses.
 
Durante mi estadía en Japón, viví incontables momentos maravillosos: visité templos, montañas y parques; probé deliciosa comida; conocí a personas amables; canté en el karaoke; disfruté de la danza... Todos estos momentos quedarán grabados en mi corazón como tesoros para toda la vida. Los momentos tristes fueron muy pocos, pero estando del otro lado del mundo, es inevitable extrañar el hogar, la familia y los amigos.

Esta experiencia fue única, renovadora y la recomiendo con entusiasmo a todos los jóvenes uruguayos que estén en busca de una aventura inolvidable. También quiero destacar el cálido apoyo de la Asociación Japón-Uruguay, que organizó encuentros muy agradables que aliviaron un poco la nostalgia por mi país.

Muchísimas gracias, Japón. Espero poder volver a encontrarnos algún día.
 
William Hambrook
Regresé en febrero de 2025.